DEL EMPODERÄMIENTO A LA ÄUTOGESTIÓN

El camino que seguimos

Las cosas se ven mejor desde una determinada distancia, y el hecho de que Daniel Siles estudiara nuestro caso como ejemplo de empresa autogestionada nos ha hecho plantearnos una característica nuestra que nunca habíamos visto desde esa perspectiva: el empoderamiento nos está llevando a su máxima expresión, la autogestión.   Cuando el pensamiento Lean llegó a FDSA, lo hizo para quedarse. En él descubrimos los conceptos con los que podíamos desarrollar lo que queríamos ser de la forma que queríamos serlo: en el modelo de excelencia de Lean, la casa o modelo Shingo, uno de los elementos de la base es el Empoderamiento.

Modelo Shingo

Modelo Shingo

Para nosotros, el empoderamiento significa crear un entorno en el que cada uno podemos tomar decisiones e influir en la empresa, y en el que cada uno tenemos que intervenir en función de nuestras posibilidades. Es un camino de dos sentidos, nos damos la libertad de actuación pero también nos comprometemos a actuar.   Quizás, la seña de empoderamiento más distintiva que tenemos son las tribus. Hace unos años nos dimos cuenta de una situación que ralentizaba nuestro avance. Ciertas tomas de decisión se retrasaban o no se tomaban con demasiado criterio debido principalmente a tres razones:

  • Se esperaba aprobación del CEO.
  • La persona que tenía que tomarla no se sentía segura de tomarla ella sola.
  • No todas las personas que tomaban la decisión tenían un especial interés.

Esto nos llevó a crear equipos (más tarde los llamamos tribus porque, bueno, llamarse tribu mola), que eran los encargados de tareas que no son dar servicio de programación, que es la principal de FDSA. La pertenencia a esas tribus sería voluntaria, según nuestros intereses personales, y allí se tendría la autoridad para tomar las decisiones de sus funciones. Comenzamos teniendo seis y a día de hoy tenemos tres, Talento, encargada de la captación de personal; Personas, encargada de transmitir y mantener la cultura en FDSA; y Logística, encargada de proporcionar los medios materiales.   ¿Qué ocurrió con las otras tribus? Algunas han pasado a personas dedicadas, con lo que ya no tenía sentido, y otras se han repartido entre los equipos (estos sí que se llaman equipos).   Para realizar nuestra actividad principal nos dividimos por equipos, según cliente o funciones en el caso del equipo de administración y comunicación y marketing. Y los equipos son los que nos han hecho dar el paso de empoderamiento a autogestión. Nuestro principal objetivo este año es la autogestión de los equipos. Para ello hemos definido las distintas áreas que tienen que definir y gestionar cada equipo, que son: Organización, Formación, Mejora Continua, Indicadores, Retrospectivas/Celebraciones y Seguimiento al cliente. Cada equipo es el que conoce de primera mano las necesidades de cada cliente y, siguiendo unas directrices generales, se conforma de la manera en que pueda darle una mejor respuesta.   ¿Es la fórmula perfecta de organización? No creemos, porque no creemos que exista. Creemos en la adaptación continua y en que el empoderamiento nos lo facilita enormemente.   Somos casi 50, cuando crezcamos más, ¿podremos seguir organizados por tribus? No lo sabemos. Pero esto nos lo preguntaron cuando éramos la mitad de los que somos ahora, y seguimos.    En lo que confiamos plenamente es en que el empoderamiento y la autogestión nos llevarán al modelo con el que mejor podamos cumplir nuestra principal función, dar un servicio excelente a nuestros clientes.   Cada día estamos más cerca del nuevo FDSA, cuando lleguemos os lo contamos :).

Alejo Ecube